- A cinco minutos, ¿y tú?
- ¿Ves el semáforo? Pues ahí.
Y me colgué de tu brazo.
La subida al Castillo, el cocinero, tus besos, la habitación que no es tuya, es de la de Barcelona, la tele toda la noche encendida. Tantas cosas en mi mano, tantas en mi memoria. Las tengo aunque no me pertenecían.
Pero hay algo que olvidé, algo que todavía no entiendo. Me agarré de tu brazo, pero ¿por qué?
Sabía que eso no estaba bien, pero ni siquiera lo pensé. Yo también estaba cuando lo contaste. Lo sabía, sabía todo, sabía que no debía, pero no pensé. Me dejé llevar, del brazo.
Preciosas vistas. Besos dulces. Sexo.
Y luego, el despertador. Es lunes. La oficina y mi cama.
posted by Thais @ 23:19
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